Detalles de la denuncia contra Julieta Silva: su esposo se encerró en el baño para evitar los golpes y llamó al 911 desde allí
La mujer, condenada por la muerte de Genaro Fortunato en 2017, volvió a prisión tras un nuevo episodio violento. Está acusada de atacar a su actual pareja y de amenazar a una menor.
Julieta Silva, la mujer que en 2017 fue condenada por atropellar y matar a su pareja Genaro Fortunato en San Rafael, Mendoza, volvió a quedar detenida tras ser denunciada por violencia doméstica. En esta ocasión, el denunciante fue su actual esposo, Lucas Giménez, quien llamó al 911 desde el baño, donde se había refugiado junto a su hija de dos años para evitar seguir siendo agredido.
El hecho ocurrió el 1 de julio, en horas de la tarde, en el domicilio que compartían en Mendoza. Según la denuncia, Silva lo habría golpeado tras una fuerte discusión por temas económicos. La mujer tenía prisión domiciliaria con tobillera electrónica, medida que violó días después al contactar a la hija de su esposo y amenazarla, lo que derivó en su traslado a un penal.
Cómo fue el nuevo episodio violento
De acuerdo con el relato de Giménez, la discusión comenzó cuando él intentó salir del hogar para hacer trámites bancarios. Silva lo acusó de gastar dinero en sí mismo y no en su hija:
“Tenés plata para ir al odontólogo, pero no para el jardín de tu bebé”, le habría reclamado.
En ese momento, según la denuncia, Silva cerró la puerta con llave, le quitó el celular y comenzó a golpearlo, mientras repetía frases como “No te aguanto más”. El hombre logró encerrarse en el baño y desde allí pidió ayuda a la policía.
Cuando los efectivos llegaron, encontraron al hombre con escoriaciones e hinchazón en el rostro. La denuncia fue caratulada como “lesiones leves agravadas por el vínculo”, y la Justicia dictó una orden de restricción y prisión domiciliaria para Silva.
Amenazas a una menor y traslado a un penal
Días después del primer episodio, Julieta Silva violó la orden judicial al comunicarse con la expareja de Giménez y su hija —una menor de edad—, a quien habría amenazado, según consta en la nueva denuncia. Esta violación a las medidas restrictivas derivó en su traslado a una unidad penitenciaria.
La mujer alegó ante la prensa que todo se trató de “una simple discusión” y que su nombre “pesa más que los hechos”. Sin embargo, la reincidencia en comportamientos violentos encendió nuevamente el debate sobre su perfil psicológico y el tratamiento judicial del caso.
El antecedente: el crimen de Genaro Fortunato
El nombre de Julieta Silva volvió a ocupar titulares tras este nuevo escándalo, pero su historia ya había sido noticia a nivel nacional en 2017, cuando atropelló y mató a Genaro Fortunato, un joven rugbier y su pareja en ese momento.
El hecho ocurrió a la salida de un boliche en San Rafael. Luego de una discusión, Silva se subió a su auto y lo embistió mientras él estaba tirado en la calle. La autopsia determinó que la víctima murió por aplastamiento de cráneo.
A pesar de la gravedad del caso, Silva fue condenada a tres años y nueve meses de prisión por homicidio culposo agravado, además de ocho años de inhabilitación para conducir. Cumplió parte de su pena bajo prisión domiciliaria, hasta los hechos recientes.
El testimonio del padre de Genaro Fortunato
Tras conocerse esta nueva detención, Miguel Fortunato, padre de la víctima del primer caso, habló con los medios:
“De alguna manera lo esperábamos”, declaró. También criticó a la Justicia por no haber considerado con más rigurosidad el perfil psicológico de Silva en el juicio por el homicidio de su hijo.
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